Sociólogo y politólogo.  Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (2003/2022)

Artículos propios. Año 2024


Con párrafos seleccionados, un breve comentario y la referencia web original. El texto completo pinchando en el enlace. Para acceder a los años anteriores en la entrada correspondiente de la Portada y de Publicaciones.

Sumar y Podemos en la encrucijada. Antonio Antón, en Rebelión (20/02/2024)

 

Transcribo la introducción de este ensayo y sus conclusiones:


“En un libro reciente, Izquierda transformadora, he analizado las características y la evolución de este espacio sociopolítico y electoral desde el movimiento 15-M, la aparición y el papel de Podemos y las distintas convergencias y aliados y, particularmente, el desarrollo de los dos últimos años de la relación entre Sumar y Podemos. Por tanto, considerando el contexto sociohistórico y los condicionamientos políticos y estructurales, aquí me centro en la conformación de la representatividad y la relación entre estos grupos políticos tras el 23J, con la vista puesta en el hecho inmediato más significativo, las elecciones europeas y la experiencia sociopolítica de estos meses, que va a condicionar su futuro competitivo y/o unitario con su correspondiente rearticulación para la etapa posterior que culminará en las próximas elecciones generales (y locales) de 2027, o antes si son adelantadas. Y, finalmente, expondré una valoración de su relación y su futuro…


Por tanto, Sumar no ha cumplido sus expectativas de ensanchamiento electoral y de capacidad de unificar el conjunto del espacio: ha mejorado la integración de una parte que estaba fuera de Unidas Podemos, básicamente las formaciones del acuerdo del Turia (Más Madrid/Más País, Compromís, Chunta Aragonesista, MES de Illes y Dragó canario), pero ha favorecido la separación de Podemos, que era la fuerza organizada principal y no reconocida de todo el conglomerado. Lo que sí ha conseguido Sumar es sustituir la primacía del liderazgo del conjunto de la alianza e imprimir un discurso más amable -salvo con su izquierda-, pero sin evitar el declive representativo de la izquierda transformadora, a tenor de los resultados del 23J y las posteriores encuestas.


En definitiva, contando con la previsible competencia y reconfiguración representativa en las elecciones europeas, está pendiente un doble proceso con mutua interacción: el impulso de una dinámica transformadora creíble, en el marco de un acuerdo global de progreso del bloque democrático y plurinacional, y la articulación en la izquierda transformadora de mecanismos unitarios con respeto al pluralismo existente y procedimientos democráticos, en la perspectiva de avanzar en un amplio frente alternativo.”


Referencia web original

https://rebelion.org/sumar-y-podemos-en-la-encrucijada/

Arraigo social y reactivación cívica, claves para la remontada alternativa. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (21/02/2024)


Transcribo la introducción de esta reflexión:


“Hay un problema estructural en la conformación de la izquierda transformadora: su vinculación con el tejido asociativo y popular, con los movimientos sociales y sus activistas, incluido el sindicalismo, el feminismo y el ecologismo, muchos con doble militancia en organizaciones sociales y políticas, así como con las demandas surgida de abajo, de la propia sociedad civil.


En esta década, se ha construido una representación política al calor de un amplio y heterogéneo movimiento popular, por la activación cívica y la protesta social progresista simbolizadas por el movimiento 15-M. Pero, aparte del descenso relativo de la movilización social -salvo la cuarta ola feminista y ciertas movilizaciones parciales, como la de la sanidad pública o los pensionistas-, se ha producido un giro estratégico, discursivo y organizativo por la preferencia de la acción comunicativa, como constructora de campo electoral, y la acción institucional como gestión reformadora que legitima y reproduce a esa representación partidaria.


No obstante, esos dos ejes, discursivo e institucional, son insuficientes para evitar su declive representativo. Y, junto con otras causas, como el acoso político y mediático y la capacidad renovadora del propio Partido Socialista, se ha ido viendo el factor decisivo de otro rasgo fundamental de su articulación: el déficit de su arraigo social, denominado mediáticamente como inserción en el territorio. Se trata de esa vinculación real y directa con la gente, especialmente la más activa y sensibilizada, con su problemática y sus aspiraciones para articular las políticas públicas. El impacto ha sido evidente en los últimos comicios autonómicos gallegos, al igual que en los anteriores del 28 de mayo, sin que en unas elecciones generales como las del 23-J tenga el mismo peso al complementarse con la credibilidad gestora y transformadora del conjunto del país.


En ese sentido, la prioridad reformadora de la izquierda alternativa, dentro del bloque progresista, democrático y plurinacional, no es solo sobre las cosas cotidianas de las condiciones de vida, trabajo, protección pública o sostenibilidad medioambiental de las mayorías sociales, sino también la necesidad para abordar y ser creíble respecto de las políticas globales, las estrategias y los relatos que están vinculadas con ellas. Y, normalmente, están en pugna con los de las derechas reaccionarias, incluso con el socioliberalismo continuista.


Forman parte de la legitimación y articulación de las representaciones políticas, su papel mediador con las demandas populares y, por tanto, por la pugna -legítima- por el poder institucional. Se trata de ligar esas aspiraciones ciudadanas inmediatas con la problemática de fondo sociolaboral, económica y democrática, con un objetivo más profundo de la justicia social y la democracia, con la defensa del Estado de bienestar y de derecho y los servicios públicos, con la redistribución pública, la justicia fiscal y la protección social, por una dinámica igualitaria y emancipadora, característica de la izquierda democrática.


Por tanto, la solución viene por el refuerzo de ese arraigo social y la voluntad y la credibilidad transformadora de la representación política de la izquierda alternativa, acompañada de la activación cívica y la pugna ideológica y cultural desde los valores progresistas y los derechos humanos, sociales y democráticos.”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/politica-arraigo-social-reactivacion-civica-claves-remontada-alternativa/20240220175817223766.html

Lecciones en torno a la recomposición de la izquierda transformadora. Antonio Antón, en Público (25/02/2024)


“La izquierda alternativa, diferenciada del PSOE y de la izquierda nacionalista, está en un proceso transitorio de rearticulación. La coalición Sumar y Podemos, además del Partido Socialista, se han llevado un batacazo en las elecciones gallegas. Junto con la experiencia de sus tensas relaciones en los últimos meses y los retos inmediatos de las elecciones europeas exigen una reflexión colectiva. Se trata de valorar su papel y su futuro, en el marco del objetivo compartido de reforzar el bloque progresista, democrático y plurinacional frente a la ofensiva de las derechas…


La consolidación del bipartidismo es difícil, al menos en la izquierda, con la completa hegemonía del Partido Socialista, a través de la mayor absorción, minoración y subordinación de Sumar y la (casi) marginación de Podemos, que haría innecesario incluso un gobierno de coalición y se abriría su acariciado objetivo por gobernar en solitario o con mayor autonomía respecto de su izquierda; igualmente, respecto del nacionalismo de izquierda (ERC, EH-Bildu y BNG), aunque es más difícil su neutralización por el peso de la plurinacionalidad de la sociedad española.


No obstante, el conflicto social y democrático (incluido el ecológico, el feminista y el territorial) persiste y hay espacio sociopolítico para una izquierda social y política transformadora o, si se quiere, una fuerza democratizadora y reformadora de lo socioeconómico y laboral -un nuevo y renovado laborismo-. En ese sentido, la existencia y relevancia de Podemos, frena tres dinámicas problemáticas: La moderación de Sumar con su subordinación a la estrategia socialista; la propia tendencia centrista del PSOE, y la desarticulación de un frente plurinacional relevante, incorporado a la llamada dirección de Estado, vista con recelo en la izquierda moderada y sin convicciones federalistas. Pero ese digno y valiente papel, con el desafío al poder establecido y las inercias adaptativas, es el fundamento que explica su freno por los poderes fácticos.


Por tanto, el debilitamiento de Podemos es perjudicial para mantener un espacio sociopolítico y electoral relevante autónomo del Partido Socialista, con un empuje transformador, aunque también puede representar una parte social significativa de la alianza de Sumar. Todavía hay vasos comunicantes entre las bases sociales de las dos sensibilidades y con la socialista. Así, se debería tender, especialmente por abajo, al establecimiento de puentes unitarios y consensuar una competencia ordenada y democrática que defina los equilibrios representativos en cada coyuntura, y se puedan sumar realmente todos los esfuerzos transformadores con su representatividad real.


En definitiva, al igual que en los grandes movimientos populares progresistas o amplios frentes sociales y políticos, es posible combinar diversidad y colaboración, frente al bloque de los poderosos. En consecuencia, es conveniente resaltar los intereses y objetivos comunes, así como consensuar los procedimientos democráticos para articular las estructuras orgánicas y de representación y la regulación de los desacuerdos y la pluralidad existentes.”


Referencia web original:

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/80508/lecciones-izquierda/

¿Serán capaces?. Antonio Antón, en Público (16/04/2024)


Estamos en un proceso de transición en la conformación y recomposición de la izquierda transformadora. Todavía no hay certezas claras. Planteo la reflexión en términos de duda: ¿Serán capaces las dirigencias alternativas de afrontar los desafíos estratégicos y unitarios?. Selecciono varios párrafos:


“A un plan inicial de Podemos de abordar una renovación del liderazgo con cierto continuismo de la orientación política y su primacía orgánica, ha seguido el plan más drástico de reorientación política moderada y cambio de la primacía dirigente que es lo que, con amplio apoyo mediático e institucional, se ha impuesto con la constitución de Sumar y la ruptura final con un Podemos en situación defensiva.


Persisten los retos estratégicos y cooperativos del conjunto de esta izquierda transformadora para frenar su deterioro político y apostar por una recomposición unitaria y plural, en torno a una dinámica política reformadora y democratizadora de país. Todavía es pronto para calificar todo el proceso de estos dos/tres años como fallido para renovar y fortalecer las opciones de progreso y valorar como irreversible su declive político y su división, junto con el avance representativo socialista (y las izquierdas nacionalistas) … y su posible consecuencia de una próxima victoria de las derechas…


Además de su confirmación analítica, este panorama exige un reajuste, sobre todo, de la actitud democrática, unitaria y pluralista para deliberar y decidir sobre la orientación política y la conformación de sus equilibrios internos y sus dirigencias. Es una base mínima de respeto, reconocimiento y confianza para dialogar y establecer pautas comunes de colaboración y poder dar otro paso consensuado hacia un acuerdo más global, con vistas a las próximas elecciones generales y más allá.


En todo caso, me parece más apropiado señalar el problema como duda y, al mismo tiempo, como emplazamiento para superarlo: ¿serán capaces el conjunto de estas fuerzas en torno a Sumar, e incluido Podemos y, en particular, sus élites directivas, de afrontar sus desafíos estratégicos y organizativos, ampliar su espacio representativo y consolidar una dinámica democratizadora y de progreso?. Y, paralelamente, ¿serán capaces de favorecer los vínculos con las izquierdas nacionalistas y el propio Partido Socialista, desde su doble identidad social y confederal/plurinacional, como argamasa para el conjunto del bloque democrático?. Lo dejo abierto, recordando lo que tengo escrito en el libro Izquierda transformadora: la solución, de venir, vendrá por el impulso de abajo y, en parte, de fuera de los liderazgos actuales.”


Referencia web original:  

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/82321/seran-capaces/

Reforma, pluralismo y democracia social. Antonio Antón, en Rebelión (13/04/2024)


Tras un análisis sintético del contexto, me detengo en dos aspectos: la importancia de promover reformas sustantivas y el pluralismo en el campo progresista, y la idea de que la democracia será social, participativa y solidaria, o no será. Transcribo varios párrafos de la última parte:


“En ese sentido, es insuficiente que la pugna ideológica frente a las derechas se restrinja a la libertad, como plantea la ponencia política de Sumar. Es fundamental no solo la disputa cultural sino, sobre todo, las transformaciones institucionales y estructurales que faciliten la libertad real de la gente y la emancipación respecto de las subordinaciones de todo tipo, es decir, la eliminación de las dinámicas de dominación.


No obstante, siguiendo la mejor tradición de las izquierdas democráticas y fuerzas progresistas, desde la revolución francesa y el republicanismo cívico, la política transformadora debe incorporar y combinar otros dos ejes fundamentales, la igualdad y la solidaridad.


Así la igualdad social, no solo retórica o formal en el plano jurídico o de los derechos, sigue siendo fundamental respecto del conjunto de estructuras sociales, económicas y políticas con profundas situaciones de desigualdad. La lucha contra la desigualdad es un patrimonio de las izquierdas durante estos dos siglos, y es imprescindible para avanzar en la igualdad de oportunidades y condiciones igualitarias, individuales y colectivas, en particular entre los grupos subalternos, con fuertes y gravosas desigualdades existentes de clase, de sexo/género o étnico-culturales, de raza u origen nacional...


Igualmente, es necesaria la solidaridad (o comunalidad y mejor que fraternidad por su sesgo masculino), considerada como proceso de cooperación social, incluido en los propios mecanismos protectores del Estado de bienestar, y apoyo comunitario. Es doblemente relevante en las actuales dinámicas de individualismo y desprotección pública, con la exigencia del reparto solidario de las tareas reproductivas y de cuidados, junto con su colectivización. Sigue siendo un elemento fundamental del feminismo, el ecologismo, el sindicalismo y la solidaridad internacional, así como con componentes de identificación sociocultural y sentido de pertenencia de clase o de grupo nacional. Se basa en el doble papel del ser humano, su carácter individual y social, con lo que la interacción humana, además de necesaria debe seguir unos criterios éticos, con unos derechos humanos y sociales que refuercen la sociabilidad, la cohesión y la integración social.


En definitiva, los tres valores tienen características propias pero, sobre todo, tienen una interacción entre ellos para que se apliquen de forma combinada y con las prioridades adecuadas en cada momento y circunstancia. Desde la perspectiva emancipadora, tienen plena vigencia ideológica y hay que readecuar y fortalecer su implementación en estas sociedades con fuertes tendencias dominadoras, segmentadoras e insolidarias. Es la mejor forma de reforzar la democracia social, participativa y solidaria y avanzar en el bien común.”


Referencia web original:

https://rebelion.org/reforma-pluralismo-y-democracia-social/

El pragmatismo del sanchismo y los reequilibrios de poder. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (9/04/2024) y en Rebelión (19/04/2024)


Una caracterización de la estrategia socialista para enmarcar su actitud y sus objetivos respecto de la alianza con Sumar y, en general, con la izquierda transformadora y los grupos nacionalistas. Selecciono dos párrafos:


“O sea, el sanchismo, al que tanto ataca las derechas, precisamente por su relación y su dependencia de esos otros dos sectores, necesita sus apoyos… reconvertidos en virtuosos. Lo que se ventila, aparte de evitar la involución derechista, es la modificación de los equilibrios entre esas tres patas progresistas: la socialista, la nacionalista y la izquierda transformadora. Ese espacio alternativo debe valorar su consistencia, su recomposición interna entre Sumar y Podemos y su orientación política, aunque se puede considerar hoy el sector institucionalmente más débil. Así, el plan socialista consiste en recuperar terreno electoral y ampliar su propia autonomía respecto del resto de fuerzas progresistas, achicando el espacio político a su izquierda y reduciendo su influencia institucional y sociopolítica… a un ritmo y con unas condiciones que no pongan en peligro la mayoría representativa del conjunto.


En esta etapa es adecuada esa percepción de estos equilibrios de poder para mantener un gobierno progresista para la próxima legislatura, haya o no haya adelantamiento electoral. Pero, sobre todo, es realista contemplar el objetivo socialista de gobernar en solitario y, por tanto, de modificar esa realidad plural y de dependencia política y su consiguiente necesidad negociadora y transaccional. O sea, en el fondo, el freno a su hegemonismo irrefrenable y el continuismo socioeconómico y político depende de la consistencia y amplitud de un espacio democrático, plurinacional y reformador a su izquierda que persista en el cambio de progreso.”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/politica-pragmatismo-sanchismo-reequilibrios-poder-psoe/20240409131740225695.html


Referencia de la versión en Rebelión (19/04/2024), titulada "Pragmatismo y hegemonismo socialista":

https://rebelion.org/pragmatismo-y-hegemonismo-socialista/

Sobre el consentimiento y el deseo. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 233 (1/04/2024)


Versión ampliada de la comunicación de Sociología de Género al XV Congreso Español de Sociología, Sevilla, 2024. Transcribo su introducción:


“Existe una amplia corriente feminista que, tal como detallo en el reciente libro Feminismos. Retos y teorías (2023), ya no se resigna ante los comportamientos machistas y la discriminación femenina, no acepta la prepotencia sexista ni los malos tratos, no normaliza los machismos cotidianos ni tampoco la desigualdad por género u opción sexual y sus estereotipos legitimadores. Esa tendencia sociopolítica y cultural de fondo, con sus altibajos, exige profundizar en un cambio cultural y relacional igualitario. En una coyuntura favorable, con este desencadenante, su expresividad ha resurgido estos años en la esfera pública.


Tal como he analizado en otro libro, Izquierda transformadora(2024), se refuerza el feminismo y el consentimiento, como acuerdo libre e igualitario en las relaciones sexuales (y sociales en general), con una perspectiva relacional y colectiva, superando el simple deseo individual que es un motor ambiguo de las relaciones humanas y cuyo sentido hay que valorar según su impacto en las relaciones sociales. Por ello, el deseo sexual —la libido— hay que analizarlo en el contexto social, su interacción personal y los valores en que está inserto. Por ejemplo, en el caso que nos ocupa del deseo sexual, puede ser compatible con una versión machista de su expresión por parte de Luis Rubiales que ejerce su prepotencia sexual y su abuso de autoridad, aunque aparezca camuflado en su supuesta espontaneidad y jolgorio como en el caso de La Manada.


El conflicto actual que tratamos no es, principalmente, entre libre deseo sexual y puritanismo, campo en el que hay que avanzar frente a las corrientes reaccionarias, sino entre relaciones igualitarias y voluntarias frente a acoso y dominación machistas.


La experiencia feminista y progresista actual refuerza el consentimiento como criterio fundamental y complementario con el respeto relacional a los derechos humanos; se supera, así, la prioridad por el simple deseo o el interés individual expresada por una diversidad ideológica de agentes. La legitimidad de unas relaciones iguales y libres se basa en la voluntariedad de la relación, en el consentimiento mutuo. Es la gran enseñanza ética y sociopolítica de esta parte de la pugna contra las últimas agresiones sexuales, de gran trascendencia mediática, cuya masiva respuesta feminista ha constituido un ejemplo solidario para el avance cultural y de derechos.


El criterio del consentimiento presupone voluntariedad y acuerdo y está amparado por el contractualismo entre las partes; desborda el simple individualismo, rechaza la dominación o imposición unilateral —patriarcal— en las relaciones sociales, y es superior al impulso del deseo propio y la simple voluntad individual que obvia la relación interpersonal consentida. Hacer del deseo la primacía valorativa de una conducta correría el riesgo de ventajismo instrumental de la persona más fuerte, con el desdén al aspecto principal: el consentimiento. El paso del deseo subjetivo —o la simple fantasía y la masturbación— a su realización relacional necesita contar con la otra persona.


Por tanto, una persona, éticamente, no es plenamente soberana para imponer a otra la actuación que desee o decida, ya que tiene que considerar también la voluntad de la otra persona. Supone la prioridad de asegurar condiciones cívicas de la interacción humana como el respeto y el reconocimiento mutuos.


Desde ese enfoque relacional del consentimiento reflexiono ahora sobre algunas ideas aparecidas en el debate público, especialmente a partir del librito de Clara Serra, ‘El sentido de consentir’(2024), donde se abordan muchos temas de interés, aunque controvertidos. Me permito aportar algunas ideas para clarificar el sentido del consentimiento y su relación con el deseo, junto con sus fundamentos teóricos.”


Referencia web original:

https://mientrastanto.org/233/ensayo/sobre-el-consentimiento-y-el-deseo/


Se reedita en Voces Críticas, nº 45 (15/04/2024):

https://mailchi.mp/f492e642c460/voces-crticas-n-45-abril-2024

Deseo y nihilismo. Antonio Antón, en Público (17/03/2024)


Reproduzco varios párrafos de esta reflexión:


“El ¡SE ACABÓ! defendido como idea fundamental en este 8 de Marzo masivo, demuestra una buena orientación feminista, con el refuerzo del consentimiento frente a la lacra de la violencia machista. Esta gran movilización, en el marco de la actual ola feminista de los últimos años contra el acoso sexista y los privilegios y la desigualdad de género, contrasta con la opinión de que el feminismo ha ido demasiado lejos y tiene que rebajar sus objetivos, en particular, la exigencia de consentimiento para asegurar la voluntariedad de las relaciones sexuales y la libertad sexual. Critico aquí, desde el punto de vista teórico, algunos de los fundamentos posmodernos que relativizan la importancia del consentimiento.


Además de las dos posiciones que ningunean el consentimiento, la teoría -estructuralista- de la dominación y el neoliberalismo -radical-, desde cierto pensamiento posmoderno se contribuye al combate contra el consentimiento con la crítica a su fundamento doctrinal en el contractualismo y basándose en la importancia del inconsciente. No se trata de valorar las bases del pensamiento psicoanalítico, desde Freud, Foucault y Lacan, sino de su expresión más posmoderna, individualista e idealista. La idea más extrema, de origen en Nietzsche, se basa en la inexistencia de un sujeto pensante o racional o, simplemente, relacional/social; solo existiría el sujeto impulsivo o pasional, con la pulsión del deseo sexual (la libido) o la voluntad de poder inseparable de la sexualidad, tal como bien explican Judith Butler y Éric Marty (El sexo de los Modernos. Pensamiento de lo Neutro y teoría del género, 2022)…


Ese escepticismo filosófico, ya presente en algunos filósofos griegos de la antigüedad, niega la posibilidad de conocer la realidad, consideran la existencia de dos esferas sin conexión, la realidad (material, social o cultural) y la mente. Frente a las certezas del conocer por el racionalismo y el empirismo de la experiencia, la teoría del conocimiento posmoderna se va al extremo contrario, al relativismo y la incapacidad humana para conocer. Así, se llega al nihilismo como negación de la existencia de una realidad objetiva que fundamente el conocimiento y la moral. Se trata del énfasis en el ‘no saber’ del deseo sexual que conlleva la indefinición sobre la voluntariedad y el acuerdo y la impotencia ante la agresión sexual…


El sujeto deseante y opaco, así como el irracionalismo o el escepticismo filosófico no sirven para fundamentar un feminismo crítico, popular y transformador respecto de las profundas relaciones de desigualdad. Su individualismo abstracto le impide valorar y cambiar las condiciones de subordinación de las interdependencias del ser humano. En ese sentido, la sexualidad no solo es la expresión de un deseo individual, la libido, sino, sobre todo, una interacción humana y, por tanto, inserta en una relación social y las normas cívicas que la regulan…

En definitiva, la prioridad del consentimiento y la voluntariedad es lo que, en un contexto relacional concreto, da sentido a una relación sexual libre y no impuesta. Es la enseñanza ética y teórica que ha proporcionado esta masiva y mediática experiencia feminista frente a la prepotencia machista.”


Referencia web original:

https://blogs.publico.es/dominiopublico/60319/deseo-y-nihilismo/

El consentimiento se refuerza: ¡SE ACABÓ!. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (11/03/2024)


Tras una pequeña valoración sobre el éxito participativo de este 8 de Marzo, una reflexión crítica frente a la relativización del consentimiento como eje contra la violencia machista. Selecciono varios párrafos:


“Pero todavía es más significativo el contenido general que se ha aclamado en esta manifestación madrileña mayoritaria y en la gran mayoría de las movilizaciones de todo el Estado, con la reafirmación del ¡SE ACABÓ!. Se trata de la referencia principal contra la violencia machista que ha constituido un reto cívico fundamental en estos meses (y años) y que se ha extendido, en general, a la exigencia feminista frente a los privilegios y desigualdades de género y el patriarcado, así como contra el actual genocidio palestino, con fuerte impacto para mujeres e infancia. Se ha demostrado la persistencia de un movimiento feminista masivo, de mayorías, crítico, popular y transformador. Y con esa idea central contra la violencia sexista, se refuerza su justificación fundamental basada en la exigencia de consentimiento y voluntariedad en las relaciones sexuales, no en la imposición y el acoso machistas que coartan la libertad de las mujeres.


Veamos algunas ideas que desde cierto feminismo van en sentido contrario de esta mayoría social feminista, intentando rebajar la importancia del consentimiento y la acción colectiva frente a la violencia machista, relativizando el foco sobre la imprescindible superación de esta lacra social….


La libertad sexual exige relaciones consentidas y, al mismo tiempo, frente al puritanismo, que sean libres y placenteras (no exentas de incertidumbres). El derecho al sexo -compartido- se sobreentiende que es relacional y, por tanto, debe ser ‘consentido’, no forzado unilateralmente o impuesto. El consentimiento, como más garantía frente a la agresión machista y con la exigencia de voluntariedad y libertad sexual, junto con mayor credibilidad para las mujeres, debe ser reforzado, no rebajado.”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/consentimiento-8m-feminismo-se-acabo/20240311192626224701.html

Debates sobre el consentimiento. Antonio Antón, en Rebelión (9/03/2024)


Versión ampliada de la Comunicación de Sociología del Género al XV Congreso Español de Sociología, Sevilla, 2024. Reproduzco varios párrafos:


En definitiva, es positiva la idea de conjugar consentimiento y deseo, pero respetando la prioridad de cada uno de ellos en su campo relacional e individual respectivo. No es admisible una apariencia ecléctica de combinar las dos posiciones -consentimiento y deseo-, pero siempre apostando por la superioridad del segundo y la subordinación del primero, al que se critica de forma continuada.


La conclusión es que el deseo (o la voluntad) individual puede ser legítimo para guiar los objetivos y prácticas sexuales, pero en el plano relacional, es decir, en la trayectoria práctica de la interdependencia con otras personas hay una condición (social, cultural y ética) feminista básica, que es la voluntariedad de ambas personas, con la concreción de un acuerdo, pacto, contrato o consentimiento, más o menos explícito, pero evidente.


Por tanto, la compatibilidad entre ambos criterios la podemos establecer en la prioridad de cada uno de ellos en campos y dinámicas diferentes. Así, hay que salir del marco individualista -deseante- y comprender y actuar en el marco relacional -consentido, con buenos tratos-. El consentimiento da respuesta a la violencia machista; el deseo sexual al puritanismo. La libertad sexual se garantiza por la voluntariedad y el acuerdo y, al mismo tiempo, con la libre expresión del deseo.


En consecuencia, a través de cierta habilidad discursiva de reinterpretación del papel del consentimiento, se pretende establecer el ‘verdadero’ sentido de un consentir subalterno, según ese enfoque individualista posmoderno, frente al contenido del consentimiento como acuerdo interpersonal, para acomodarlo a una nueva versión argumentada de la prioridad del deseo. Así, se consigue la subordinación del consentimiento, descalificando su sentido relacional frente a la violencia machista, para resaltar la libre expresión del deseo individual sin ningún contrapeso social y ético.


El problema es que, aunque se suele expresar como fundamento para la liberación sexual femenina, la defensa dogmática e individualizadora del deseo sexual se adjudica de forma indiferenciada respecto de varones y mujeres pero, como existen distintas relaciones de estatus y poder, adquiere diferente significado práctico. Y, para el caso que nos ocupa de la violencia sexista, practicada generalizadamente de varones hacia mujeres, queda sin deslegitimar la simple libido impositiva, como deseo sexual irrefrenable, y la voluntad de varones machistas y prepotentes que imponen su agresión sexual… dejándose llevar por su deseo, o legitimándose en él. Esa ambigüedad del deseo sexual o, mejor, su carácter polisémico, al materializarse con otra persona, es cuando debe clarificar su sentido relacional, o sea, su voluntariedad y su consentimiento o, bien, la imposición y el abuso sexual, sin caer en la indefinición pasiva o en el ‘no saber’ como agente sin voluntad.”


Referencia web original:

https://rebelion.org/debates-sobre-el-consentimiento/

La interacción entre deseo y consentimiento. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (6/03/2024)


Segunda parte de la versión ampliada de la Comunicación al XV Congreso Español de Sociología, Sevilla, 2024. Reproduzco varios párrafos:


“Las mujeres (todas las personas) pueden no saber lo que quieren y durante una trayectoria… hasta que saben y expresan una voluntad o una decisión, el NO o el SÍ de la relación, aunque sea en distintas etapas y prácticas. Y la indefinición puede durar un tiempo, incluso con el deseo y el placer por distintos derroteros. Pero cuando se expresa la voluntad, del no consentimiento, prima su soberanía… frente a la decisión -deseo o voluntad- del otro.


En definitiva, es positiva la idea de conjugar consentimiento y deseo, pero respetando la prioridad de cada uno de ellos en su campo relacional e individual respectivo. No es admisible una apariencia ecléctica de combinar las dos posiciones -consentimiento y deseo-, pero siempre apostando por la superioridad del segundo y la subordinación del primero, al que se critica de forma continuada.


La conclusión es que el deseo (o la voluntad) individual puede ser legítimo para guiar los objetivos y prácticas sexuales, pero en el plano relacional, es decir, en la trayectoria práctica de la interdependencia con otras personas hay una condición (social, cultural y ética) feminista básica, que es la voluntariedad de ambas personas, con la concreción de un acuerdo, pacto, contrato o consentimiento, más o menos explícito, pero evidente.


Por tanto, la compatibilidad entre ambos criterios la podemos establecer en la prioridad de cada uno de ellos en campos y dinámicas diferentes. Así, hay que salir del marco individualista -deseante- y comprender y actuar en el marco relacional -consentido, con buenos tratos-. El consentimiento da respuesta a la violencia machista; el deseo sexual al puritanismo. La libertad sexual se garantiza por la voluntariedad y el acuerdo y, al mismo tiempo, con la libre expresión del deseo.”


Referencia web original:  

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/interaccion-deseo-consentimiento/20240306080354224433.html

Acerca del consentimiento. Antonio Antón, en Público (6/03/2024)


Reproduzco varios párrafos de estasintética Comunicación de Sociología del Género al próximo XV Congreso Español de Sociología:


La claridad sociopolítica feminista del consentimiento ha sido masiva y se ha expresado a nivel público ante hechos como el beso no consentido de Luis Rubiales a la campeona mundial, Jenni Hermoso, o la reciente repulsa social a la violación juzgada del futbolista Dani Alves, en cuya sentencia el tribunal ha ratificado el criterio del consentimiento para valorar la violencia machista. No obstante, continúa la disputa por su significado…


En consecuencia, es positiva la idea de conjugar consentimiento y deseo, pero respetando la prioridad de cada uno de ellos en su campo relacional e individual respectivo y frente a hechos diferentes: evitar la agresión sexual y facilitar una relación voluntaria, deseada y placentera. No es admisible una apariencia ecléctica de combinar las dos posiciones -consentimiento y deseo-, pero siempre apostando por la superioridad del segundo y la subordinación del primero, al que se critica de forma continuada a pesar de su gran apoyo social, al menos entre la mayoría del campo feminista y progresista.


La conclusión es que el deseo (o la voluntad) individual puede ser legítimo para guiar los objetivos y prácticas sexuales, pero en el plano relacional, es decir, en la trayectoria práctica de la interdependencia con otras personas hay una condición (social, cultural y ética) feminista básica, que es la voluntariedad de ambas personas, con la concreción de un acuerdo, pacto, contrato o consentimiento, más o menos explícito, pero evidente. Por tanto, la compatibilidad entre ambos criterios la podemos establecer en la prioridad de cada uno de ellos en campos y trayectorias diferentes. Así, hay que salir del marco individualista -deseante- y comprender y actuar en el marco relacional -consentido, con buenos tratos-, en el que se puede expresar toda la diversidad sexual… excepto la agresión sexista, la imposición no consentida, cuya caracterización es ya de violencia machista, no de sexualidad libre.


En definitiva, la prioridad del consentimiento y la voluntariedad es lo que, en un contexto relacional concreto, da sentido a una relación sexual libre y no impuesta. Es la enseñanza ética y teórica que ha proporcionado esta masiva y mediática experiencia feminista frente a la prepotencia machista.


Referencia web original:

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/80872/acerca-del-consentimiento/

Controversias sobre el consentimiento. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (4/03/2024)


Desde un enfoque relacional del consentimiento reflexiono sobre algunas ideas aparecidas en el debate público, especialmente a partir del librito de Clara Serra, El sentido de consentir (2024), donde se abordan muchos temas de interés, aunque controvertidos. Me permito aportar algunas ideas para clarificar el sentido del consentimiento y su relación con el deseo, junto con sus fundamentos teóricos. Selecciono varios párrafos:


“Las mujeres, ante una violación, pueden ‘decir’ -o pensar- que ‘no’, pero no ser suficiente para evitarla y estar sometidas a la imposición violenta y forzada; es decir, están obligadas ‘prácticamente’ a la relación sexual no consentida, contra la voluntad interior, o sea, ‘impuesta’. No se trata de la exigencia de ser heroica -hasta con el riesgo de la propia vida- para demostrar que no se accede, tolera, permite… o consiente. Y si no somos libres para decir que ‘no’, tampoco lo seríamos para decir que ‘sí’. Por tanto, el consentimiento no es oscuro, ni ambivalente, ni contiene proyectos autoritarios de dominación sino relaciones respetuosas y acordadas, es decir, basadas en el contractualismo voluntario, no en la imposición o el sometimiento abusivo…


A lo que se opone el consentimiento es, por una parte, al reaccionarismo patriarcal y autoritario que impone las ventajas de poder e imposición machista, con subordinación femenina, y, por otra parte, también al individualismo neoliberal de no reconocer o valorar a la otra persona. Y, por supuesto, se diferencia del individualismo idealista posmoderno, para el que prácticamente no existe el otro, infravalora el componente social del individuo, no contempla la relación social, solo prioriza el ‘deseo’ individual… y lo que venga después es indiferente en el plano social y ético. Por eso choca el consentimiento, como relación social voluntaria, con el pensamiento posmoderno individualista e irrealista.


En definitiva, el sentido del consentimiento sí se ha abordado públicamente y está claro su contenido sociopolítico más reequilibrador frente a la relación sexual coactiva, su influencia en el comportamiento social más respetuoso con las mujeres, su papel más garantista contra la violencia machista. Precisamente por ello ha recibido la gran campaña crítica y descalificadora de las derechas, que refuerza al sector más autoritario y conservador de los varones, algunos de ellos jóvenes; así como, a veces, ha recibido la desconsideración de sectores socialistas, incluso de algunas feministas, acomodaticios ante esa avalancha reaccionaria descalificadora.


O sea, la claridad sociopolítica feminista del consentimiento ha sido masiva y se ha expresado a nivel público ante hechos como el beso no consentido de Luis Rubiales a la campeona mundial, Jenni Hermoso, o la reciente repulsa social a la violación juzgada del futbolista Dani Alves, en cuya sentencia el tribunal ha ratificado el criterio del consentimiento para valorar la violencia machista. No obstante, continúa la disputa por su significado.”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/controversias-consentimiento/20240304153454224301.html

Izquierda transformadora: Introducción. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 232 (marzo).


Reproduzco los párrafos iniciales y el final de la introducción de esta obra:


“Este libro,Izquierda transformadora—edición digital y de acceso libre (366 pp.)— tiene por objeto el análisis de las características y la evolución de la izquierda transformadora en el contexto sociohistórico de los últimos quince años en España y, de manera detallada, su rearticulación en estos dos últimos años en torno a la frágil relación Sumar/Podemos con la perspectiva inicial de formar un frente amplio alternativo, con sus dificultades y condiciones, y rota más tarde.


Utilizo de forma preferente la expresión ‘izquierda transformadora’ para caracterizar a todo el conjunto de formaciones políticas, agrupadas en la coalición electoral Sumar para las elecciones generales del 23 de julio de 2023 —incluido Podemos—, que mantienen una actitud más exigente y reformadora en beneficio de la mayoría popular. Está diferenciada de la socialdemocracia retórica del Partido Socialista que, en el comienzo de este ciclo sociopolítico progresista en 2010, ejercía una gestión dominante de carácter socioliberal ante la crisis socioeconómica, aunque luego, tras un lustro de crisis, se ha renovado parcialmente con el nuevosanchismo. Por otro lado, se diferencia de las izquierdas nacionalistas periféricas, con puntos comunes en su identidad social y sensibilidad plurinacional pero distintas de estas respecto de su énfasis en el nacionalismo particular. Así, esta izquierda nueva tiene un perfil más crítico, democratizador e igualitario, por la justicia social, laboral y distributiva, además de otros ejes específicos como su feminismo, su ecologismo y su plurinacionalidad federal/confederal…


El análisis se realiza desde la teoría crítica, en particular de la sociología política, la sociología de los movimientos sociales, la acción colectiva y el cambio social, y la sociología del género, con un enfoque realista, relacional y sociohistórico.”


Referencia web original:

https://mientrastanto.org/232/ensayo/izquierda-transformadora-introduccion/

Feminismo de la igualdad. Carmen Heredero y Antonio Antón, en Mientras Tanto, nº 232 (1/03/2024)


A raíz de los intentos de fundamentación programática del nuevo ministerio socialista de Igualdad, rebajando la importancia del consentimiento, y el nombramiento de la directora del Instituto de las mujeres, con posiciones contra la Ley trans, se analizan las perspectivas alicortas del feminismo institucional y los retos igualitarios del feminismo transformador. Se seleccionan los últimos párrafos:


“Parece que los derroteros del nuevo Ejecutivo van por otro camino. Se está intentando poner las bases doctrinales, las responsabilidades ejecutivas y la distorsión de las prioridades feministas para dar soporte a un feminismo institucional alicorto, sin abordar convenientemente los grandes retos feministas. Su plan puede tener elementos positivos y de continuidad con el feminismo socialista anterior que, particularmente, en el primer gobierno de Rodríguez Zapatero (2004/2008) supuso unas reformas legales y simbólicas significativas, especialmente con la Ley de Igualdad, la Ley contra la Violencia de género y la Ley del matrimonio igualitario.


La evidencia empírica e histórica ha demostrado que, en estas dos últimas décadas, aquel feminismo institucional, levemente reformador y muchas veces solo retórico, superficial y formalista, se ha visto como insuficiente por la nueva y masiva conciencia feminista, especialmente de mujeres jóvenes, en unas condiciones desiguales insostenibles. Esa demanda igualitaria es la base social justificativa para el impulso renovador de estos años.


Precisamente, esa situación de bloqueo en la igualdad de género, con la persistencia de la subordinación femenina y el acoso machista, ha sido cuestionada y desbordada por las exigencias de la cuarta ola feminista de amplia base crítica y popular que, sobre todo, desde 2018, alumbró las nuevas demandas de derechos y condiciones igualitarias y emancipadoras para las mujeres y colectivos LGTBI.


De fondo, este feminismo transformador, real y sustantivo, ligado a la tradición igualitaria-emancipadora de los feminismos anteriores, ha constituido la mejor expresión sociopolítica y cultural progresista de los últimos años y una masiva dinámica popular reformadora de las relaciones sociales e institucionales. Es por lo que tiene enemigos poderosos, con estrategias de división, descalificación y distorsión de su dinámica liberadora.


Por tanto, el diseño de este feminismo institucional socialista, dentro de su tradición de un feminismo levemente reformador, formalista y retórico empieza a distanciarse del necesario impulso y consolidación de los derechos feministas y el avance en la igualdad real. Se quedará en cambios superficiales, dirigidos a mejorar el estatus de ciertas élites y capas acomodadas y, en particular, a conseguir un aval legitimador del nuevo ministerio de Igualdad, sin remover mucho las relaciones desiguales, la persistente discriminación femenina y los abusos de poder patriarcal, así como evitar la amenaza de retrocesos promovidos desde sectores reaccionarios.


En definitiva, tras la mejora de los derechos feministas en la anterior legislatura, aun con sus controversias, el reto es el avance significativo en la igualdad real, sin rebajar la exigencia de consentimiento en las relaciones sexuales -la experiencia de Jenni Hermoso y las campeonas mundiales frente al beso no consentido de Rubiales ha sido muy ilustrativa-, como garantía de libertad y no imposición. Frente a los límites previsibles del nuevo ministerio de Igualdad y el feminismo institucional, se dibuja sobre todo una tarea transformadora para el conjunto del movimiento feminista y las fuerzas progresistas.”


Referencia web original:

https://mientrastanto.org/232/de-otras-fuentes/feminismo-de-la-igualdad/


La versión inicial se editó en Público /5/01/2024:

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/78628/feminismo-de-la-igualdad/

Enseñanzas y perspectivas. Antonio Antón, en Rebelión (29/02/2024)


Reproduzco los párrafos finales:


“Como se ha dicho, se ha ido produciendo un cierto declive gradual de ese espacio, aunque una parte votante desplazada hacia el PSOE (o la izquierda nacionalista) se puede considerar todavía una base social transformadora y reversible o dual en su expresión electoral. La opinión realista es que, por una parte, todavía permanece algo de ese impulso transformador desde abajo, con esa experiencia sociopolítica y una cultura política más social y democrática, que explica la permanencia -debilitada- de un espacio sociopolítico y electoral más crítico y exigente que el Partido Socialista y diferenciado del nacionalismo. Por otra parte, además de evitar las insuficiencias y limitaciones de la dirigencia de los grupos alternativos, en particular de Sumar y Podemos, es necesaria la revitalización y la cooperación de ese espacio.


No obstante, esa aproximación unitaria va a venir (si viene a corto o medio plazo), fundamentalmente, en la medida que haya una reactivación cívica de distintos movimientos sociales y su mayor o menor convergencia e impacto sociopolítico y cultural; por otro lado, según la capacidad socialdemócrata para neutralizarlo o reorientarlo. Ello permitiría condicionar a las estructuras partidarias alternativas con un proceso democrático de cambio de progreso, más unitario, constructivo, plural y reformador, en el marco de su actual recomposición.


O sea, la solución, de venir, vendrá de abajo y, en parte, de fuera de las élites partidistas actuales, y su liderazgo se renovará y fortalecerá en la medida que se impulse, regule y coordine esta combinación de la activación cívica, el arraigo social y la acción democrática y plural de todo el conglomerado alternativo con su gestión institucional. Y ello supondría, en tensión con la dinámica de debilitamiento y división de esta izquierda transformadora, con sus pugnas corporativas y sus implicaciones para la gobernabilidad de progreso, una renovación y recomposición de las estructuras partidarias, en un nuevo proceso de refundación, camino de un amplio frente cívico, unitario, democrático y popular.”


Referencia web original:

https://rebelion.org/ensenanzas-y-perspectivas/

Representatividad y relación entre Sumar/Podemos. Antonio Antón en Público (17/02/2024)


Análisis, a raíz de los estudios recientes del CIS, para darle un sentido más objetivo y realista a esos dos temas delicados y complejos. Selecciono varios párrafos:


“Hasta aquí, los números objetivos de la representatividad electoral de cada cual y la trayectoria última. El peso y la proporción del espacio en conjunto y cada una de sus tendencias se va configurando. La dinámica de declive electoral se ha frenado, aunque se estanca el descenso respecto del periodo anterior; la articulación orgánica de Sumar todavía es incipiente y frágil pero se va consolidando como la coalición más representativa de esa izquierda diferenciada de la socialdemocracia -y la izquierda nacionalista- con hasta 2,5 millones de votos.


No obstante, Podemos, frente a algunos augurios, continua sin desaparecer, con un electorado propio significativo (unos 700 mil) pero lejos del peso mayoritario y decisivo en todo el conglomerado alternativo de la etapa anterior.


Las dos tendencias permanecen, en agria disputa, sin terminar de consolidarse en sus respectivas bases socio-electorales pero dibujando unas proporciones aproximadas de su representatividad electoral y, sobre todo, de la primacía dirigente de Movimiento Sumar, con un talante más moderado, dialogador y transversal, y la posición más secundaria de Podemos, con un enfoque más transformador, exigente y de izquierdas.


En ese sentido, las elecciones europeas constituyen un proceso de legitimación socio-electoral y político de las dos formaciones (y de una posible tercera) para medir su representatividad y establecer con mayor objetividad las bases relacionales entre ellas. La particularidad es que, con distrito único estatal, se necesitan cerca de 400.000 votos para acceder a un escaño, y trasladando estos porcentajes, aun con la previsión de un aumento de la abstención, habitual respecto de las elecciones generales o las territoriales, tenemos que Podemos tendría asegurado una eurodiputada, con posibilidades de la segunda, y Sumar entre cinco y seis. La pugna por la influencia política y el reconocimiento electoral continuaría.”


Referencia web original:

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/80173/representatividad-y-relacion-entre-sumar-podemos/

Empuje reformador y unitario. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (14/02/2024)


La idea desarrollada es que sí es posible implementar medidas sociales igualitarias y de progreso, aunque limitadas por ese tipo de mayoría parlamentaria necesaria y un ambiente social poco activo, así como en el ámbito democrático y territorial, y acompañadas de un proceso unitario e integrador en la izquierda transformadora. Selecciono varios párrafos:


“En el doble proceso de la formación de Sumar, de escucha ciudadana y de legitimación y refuerzo de su autonomía y su nuevo liderazgo respecto de Unidas Podemos, se muestra la incapacidad o falta de voluntad para articular un procedimiento democrático o una articulación de la representatividad de cada corriente interna, con una orientación política consensuada. Se impone el objetivo imperioso del desplazamiento del anterior núcleo dirigente, con una dinámica competitiva a nivel interno, al mismo tiempo que con un discurso externo más amable y una gestión institucional más posibilista o acomodaticia a la preponderancia socialista; su valoración es que Podemos resta más que suma y su papel debe reducirse al mínimo, recogiendo o trasvasando parte de su base social y de su militancia. Se cierra el diálogo interno y se abre la confrontación, en clara contraposición con la integración y la suma de todos en la pluralidad, así como con la oferta dialogadora y el mecanismo de la negociación en otros ámbitos políticos. El resultado es una lucha fratricida penosa que retrata la débil capacidad articuladora de esta representación de la nueva política…


En definitiva, contando con la previsible competencia y reconfiguración representativa en las elecciones europeas, está pendiente un doble proceso con mutua interacción: el impulso de una dinámica transformadora creíble, en el marco de un acuerdo global de progreso del bloque democrático y plurinacional, y la articulación en la izquierda transformadora de mecanismos unitarios con respeto al pluralismo existente y procedimientos democráticos, en la perspectiva de avanzar en un amplio frente alternativo.”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/empuje-reformador-unitario-psoe-sumar-izquierda-gobierno/20240213181024223472.html

El conflicto del subsidio de desempleo. Antonio Antón, en Rebelión (26/01/2024)


En este ensayo se analiza el significado de recorte social en el contexto sociohistórico, la injusticia para personas desempleadas mayores de 52 años, las medidas positivas y negativas en el decreto, el que el coste de las mejoras de unos se financia con la reducción para otros, así como el fiasco parlamentario, la ruptura en la izquierda y la necesidad de su recomposición.


Referencia web original:

https://rebelion.org/el-conflicto-del-subsidio-de-desempleo/

Recorte y/o mejoras en el subsidio de desempleo. Antonio Antón, en Público (25/01/2024)


Análisis de la ambivalencia del decreto no aprobado en el Parlamento y pendiente de negociar para evitar lo negativo y reforzar lo positivo. Selecciono varios párrafos:


En el decreto de modificación del subsidio de desempleo se combinan tres tipos de medidas, más significativas. Las primeras, positivas. Para menores de 52 años, con derecho a percepción -hoy unos 264.000 -38% del total-, se incrementaría el importe de 480 euros hasta los 570 euros (95% del IPREM) durante los primeros seis meses y a 540 (90%) los seis meses siguientes, manteniéndose en los 480 euros (80%) durante el resto del periodo hasta un total de 21 meses. Es un incremento limitado pero real. El segundo tipo de medidas también es positivo, la ampliación de la cobertura a varios colectivos, los más significativos… No obstante, el tercer tipo de ajustes para personas mayores de 52 años con derecho al subsidio de paro, previsto también para junio de 2024 para los nuevos perceptores, es negativo…


Por tanto, el grueso de las medidas positivas del subsidio a menores de 52 años y la ampliación de su cobertura a otros colectivos, se financiarían con el recorte impuesto a los mayores de 52 años. Se produce un desplazamiento del gasto público de un colectivo social vulnerable -con la expectativa de su vuelta al empleo y con una duración determinada- a otro también (más) vulnerable -acentuando su carácter asistencial, indefinido y fuera del mercado laboral-. Se opone al criterio global de progresividad fiscal, de ampliar los recursos de los sectores pudientes hacia los más desfavorecidos, junto con promover un mercado de trabajo más digno, en el que todavía hay 2,7 millones de personas desempleadas, de ellos un millón de larga duración, con protección social insuficiente e inadecuadas políticas activas.


En consecuencia, el intercambio de ventajas y desventajas entre colectivos vulnerables es segregador, el Estado cargaría sobre ellos la responsabilidad de la situación de paro y la insuficiencia protectora. El decreto afectaba de forma desigual, con algunos retrocesos y en competencia entre distintos colectivos, y conllevaba un carácter insolidario. Ese recorte es social y divisivo, y además tiene implicaciones políticas y también éticas e ideológicas. Una reforma progresista para la gente parada exigiría un plan ambicioso de recursos públicos y cohesión social.


Referencia web original:

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/79245/recorte-y-o-mejoras-en-el-subsidio-de-desempleo/

El fiasco del subsidio de paro. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (24/01/2024)


Analizo la injusticia para personas desempleadas mayores de 52 años y el fracaso parlamentario, la ruptura en la izquierda y la necesidad de su recomposición. Selecciono varios párrafos:


En ese marco de pacto progresista y plurinacional de la investidura de Sánchez, con cierta garantía de estabilidad gubernamental y parlamentaria frente a la estrategia derechista, se ha producido el desencuentro sobre el decreto del subsidio de desempleo, entre Podemos y el Gobierno de coalición, que ha provocado su no aprobación parlamentaria, con el correspondiente conflicto político, en especial con Sumar que protagonizaba su contenido.


No se trata de un desajuste normativo más o un tema secundario. Y aunque es una medida parcial en esa trayectoria compartida frente a las derechas reaccionarias, está rodeada de una fuerte controversia en la que se dilucida un doble componente. Por un lado, su carácter de recorte social a un sector vulnerable y, por tanto, su papel como mal precedente para una dinámica de progreso, en defensa del interés de las capas populares y el bienestar general. Por otro lado, su impacto en los procesos de legitimación de los actores políticos, en particular entre el promotor, el Ministerio de Trabajo con Yolanda Díaz a la cabeza, que busca consolidar su hegemonía representativa en el espacio a la izquierda del PSOE, y la dirección de Podemos y su capacidad de iniciativa política una vez salido del grupo parlamentario conjunto y su apuesta por demostrar su representatividad en las elecciones europeas con un perfil diferenciado y, según ellos, no reconocida en su pertenencia a la coalición.


En definitiva, se trata de evaluar el hecho en sí mismo, el carácter (in)justo del recorte incorporado en el decreto -la reducción de la cotización de los mayores de 52 años, con minoración de su futura pensión-, la valoración comparativa entre esa medida negativa -o justificada- del decreto, y otras medidas positivas, reconocidas por todas las partes -excepto por las derechas-, y los motivos y efectos político-electorales de esa falta de acuerdo entre la dirigencia de Sumar (y PSOE) y la de Podemos.”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/fiasco-subsidio-paro-laboral-psoe-sumar-podemos/20240124191925222537.html

Izquierda transformadora. Antonio Antón Morón. Publicaciones de asociados de la FES-Federación Española de Sociología (24/01/2024)


Reseña:

El contenido tiene un doble hilo conductor. Por un lado, esanalítico de los rasgos principalesde esta dinámica social y política, así como de su contexto socioeconómico, institucional y de alianzas en las diferentes fases. Así, se explican la situación de Sumar en la encrucijada (cap. 4), la compleja formación del frente amplio (cap. 8), el balance y la situación tras las elecciones generales del 23-J con las características de la nueva etapa progresista, su gobernabilidad y la agenda social y territorial (cap. 9) y la articulación de la izquierda transformadora, así como sus perspectivas (cap. 10).


Por otro lado, es valorativo con distintas reflexiones de carácter teórico y estratégico sobre el alcance del cambio de progreso, así como de varios debates específicos con una dimensión global. En ese sentido, se abordan las transformaciones sociales y su relación con las identidades colectivas (cap. 1), la interacción entre sujetos, acción colectiva y hegemonía (cap. 2), el significado y la vigencia de las clases sociales (cap. 3), los retos del feminismo junto con la prioridad del consentimiento (cap. 6) y el carácter de la nueva cuestión social, las insuficiencias del liberalismo y la necesidad de profundizar en el pensamiento crítico (cap. 7). Como temática mixta y que enlaza los dos campos de estudio está el carácter de la estrategia transformadora (cap. 5), con la vinculación entre estrategia de cambio, proyecto de país y fuerza social.


Libro digital y de acceso libre. Ediciones Dyskolo (366 pp.):

https://www.dyskolo.cc/catalogo/lib087


Referencia web original:

https://fes-sociologia.com/noticia/Izquierda-transformadora-Antonio-Anton-Moron-1705513648

Presentación del libro “Izquierda transformadora”. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (17/01/2023)


Este libro,Izquierda transformadora, edición digital y de acceso libre (366 pp.), que presento con estas líneas, tiene por objeto el análisis de las características y la evolución de la izquierda transformadora en el contexto sociohistórico de losúltimos quince años en Españay, de manera detallada, su rearticulación en estos dos últimos años en torno a la frágil coalición Sumar/Podemos para las elecciones generales de 23 de julio de 2023, con la perspectiva de formar un frente amplio alternativo, con sus dificultades y condiciones, y rota más tarde…


El contenido tiene un doble hilo conductor. Por un lado, esanalítico de los rasgos principalesde esta dinámica social y política, así como de su contexto socioeconómico, institucional y de alianzas en las diferentes fases. Así, se explican la situación de Sumar en la encrucijada (cap. 4), la compleja formación del frente amplio (cap. 8), el balance y la situación tras las elecciones generales del 23-J con las características de la nueva etapa progresista, su gobernabilidad y la agenda social y territorial (cap. 9) y la articulación de la izquierda transformadora, así como sus perspectivas (cap. 10).


Por otro lado, esvalorativo con distintas reflexiones de carácter teórico y estratégicosobre el alcance del cambio de progreso, así como de varios debates específicos con una dimensión global. En ese sentido, se abordan las transformaciones sociales y su relación con las identidades colectivas (cap. 1), la interacción entre sujetos, acción colectiva y hegemonía (cap. 2), el significado y la vigencia de las clases sociales (cap. 3), los retos del feminismo junto con la prioridad del consentimiento (cap. 6) y el carácter de la nueva cuestión social, las insuficiencias del liberalismo y la necesidad de profundizar en el pensamiento crítico (cap. 7). Como temática mixta y que enlaza los dos campos de estudio está el carácter de la estrategia transformadora (cap. 5), con la vinculación entre estrategia de cambio, proyecto de país y fuerza social.”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/cultura---ocio/libros-presentacion-izquierda-transformadora-cultura-social-historia/20240117114527222091.html

Feminismo de la igualdad. Carmen Heredero y Antonio Antón, en Público (5/01/2024)


A raíz de los intentos de fundamentación programática del nuevo ministerio socialista de Igualdad, rebajando la importancia del consentimiento, y el nombramiento de la directora del Instituto de las mujeres, con posiciones contra la Ley trans, se analizan las perspectivas alicortas del feminismo institucional y los retos igualitarios del feminismo transformador. Se seleccionan los últimos párrafos:


“Parece que los derroteros del nuevo Ejecutivo van por otro camino. Se está intentando poner las bases doctrinales, las responsabilidades ejecutivas y la distorsión de las prioridades feministas para dar soporte a un feminismo institucional alicorto, sin abordar convenientemente los grandes retos feministas. Su plan puede tener elementos positivos y de continuidad con el feminismo socialista anterior que, particularmente, en el primer gobierno de Rodríguez Zapatero (2004/2008) supuso unas reformas legales y simbólicas significativas, especialmente con la Ley de Igualdad, la Ley contra la Violencia de género y la Ley del matrimonio igualitario.

La evidencia empírica e histórica ha demostrado que, en estas dos últimas décadas, aquel feminismo institucional, levemente reformador y muchas veces solo retórico, superficial y formalista, se ha visto como insuficiente por la nueva y masiva conciencia feminista, especialmente de mujeres jóvenes, en unas condiciones desiguales insostenibles. Esa demanda igualitaria es la base social justificativa para el impulso renovador de estos años.


Precisamente, esa situación de bloqueo en la igualdad de género, con la persistencia de la subordinación femenina y el acoso machista, ha sido cuestionada y desbordada por las exigencias de la cuarta ola feminista de amplia base crítica y popular que, sobre todo, desde 2018, alumbró las nuevas demandas de derechos y condiciones igualitarias y emancipadoras para las mujeres y colectivos LGTBI.


De fondo, este feminismo transformador, real y sustantivo, ligado a la tradición igualitaria-emancipadora de los feminismos anteriores, ha constituido la mejor expresión sociopolítica y cultural progresista de los últimos años y una masiva dinámica popular reformadora de las relaciones sociales e institucionales. Es por lo que tiene enemigos poderosos, con estrategias de división, descalificación y distorsión de su dinámica liberadora.


Por tanto, el diseño de este feminismo institucional socialista, dentro de su tradición de un feminismo levemente reformador, formalista y retórico empieza a distanciarse del necesario impulso y consolidación de los derechos feministas y el avance en la igualdad real. Se quedará en cambios superficiales, dirigidos a mejorar el estatus de ciertas élites y capas acomodadas y, en particular, a conseguir un aval legitimador del nuevo ministerio de Igualdad, sin remover mucho las relaciones desiguales, la persistente discriminación femenina y los abusos de poder patriarcal, así como evitar la amenaza de retrocesos promovidos desde sectores reaccionarios.


En definitiva, tras la mejora de los derechos feministas en la anterior legislatura, aun con sus controversias, el reto es el avance significativo en la igualdad real, sin rebajar la exigencia de consentimiento en las relaciones sexuales -la experiencia de Jenni Hermoso y las campeonas mundiales frente al beso no consentido de Rubiales ha sido muy ilustrativa-, como garantía de libertad y no imposición. Frente a los límites previsibles del nuevo ministerio de Igualdad y el feminismo institucional, se dibuja sobre todo una tarea transformadora para el conjunto del movimiento feminista y las fuerzas progresistas.”


Referencia web original:

https://blogs.publico.es/otrasmiradas/78628/feminismo-de-la-igualdad/


Se reedita en Voces Críticas nº 43 (15/01/2024):

https://mailchi.mp/3e628909f033/boletn-voces-crticas-n-43-enero-2024

Camino por recorrer. Antonio Antón, en Mientras Tanto nº 230 (1/01/2024)

 

El frágil acuerdo entre Sumar y Podemos se ha roto. Es necesario analizar su significado, el contexto, las perspectivas estratégicas y el futuro y, sobre todo, definir los retos para la izquierda transformadora y el camino por recorrer. En este ensayo explico las siguientes secciones: Poner las luces largas; Superar la fragmentación, la prepotencia y el sectarismo; Qué tipo de cambios se producen, por qué y cuáles son sus efectos; Perspectivas estratégicas y frente amplio; Retos para la izquierda transformadora.

 

Referencia web original

https://mientrastanto.org/230/ensayo/camino-por-recorrer/


Se reedita en Voces Críticas nº 43 (15/01/2024):

https://mailchi.mp/3e628909f033/boletn-voces-crticas-n-43-enero-2024

La ambivalencia del liberalismo. Antonio Antón, en Nueva Tribuna (11/12/2023), y en Mientras Tanto nº 230 (1/01/2024)


Analizo dos aspectos, el carácter doble del liberalismo y su relación con las otras dos grandes tendencias ideológicas, la derecha conservadora y reaccionaria y la izquierda, por un lado, y la pugna por la verdad y la legitimidad democrática de las distintas corrientes políticas y socioculturales, por otro lado. Además, añado la caracterización de un socioliberalismo irrealista y antipluralista. Transcribo los párrafos finales:


“Además de ese alejamiento del realismo analítico y la orientación reformadora progresista, esta evolución del liberalismo político ha tenido otra característica sustancial: su carácter antipluralista con su correspondiente déficit democrático. Junto con rasgos elitistas, tecnocráticos y de restricción participativa se configura su adversario principal a reducir y deslegitimar: la izquierda. No se trata de la normalizada competencia política y electoral por hacer prevalecer la propia representatividad e influencia sociopolítica, sino de la prioridad, con armas ventajosas de todo tipo -mediáticas, jurídicas, institucionales…-, de desprestigiar a las izquierdas transformadoras y limitar su influencia política. Los consensos con las derechas y el orden establecido van en detrimento de la colaboración con las izquierdas y una dinámica de cambio progresista.


Todo ello denota una débil cultura democrática, sin una perspectiva unitaria para impulsar un cambio de progreso. Y lo más problemático es la justificación para consolidar ese aislamiento de los grupos sociales y políticos alternativos, desautorizando su base de legitimidad: acusarles de irrealismo y, por tanto, de inutilidad práctica para la gente común; o sea, atacando su identidad transformadora e infravalorando sus valores democráticos y de justicia social. Con ello se llega a la gran inversión cínica o hipócrita del liberalismo centrista -no hablamos de las derechas reaccionarias-, con peso en la socialdemocracia europea, de disputar a la izquierda su carácter realista y de arraigo entre las capas populares y la sociedad, así como su función reformadora y democrática por la igualdad, la libertad y la solidaridad.


En definitiva, el liberalismo es ambivalente. Particularmente, el liberalismo político y social, tiene componentes progresistas como la defensa de las libertades individuales, la tolerancia relacional, el Estado de derecho y los derechos humanos, pero también conlleva dinámicas regresivas frente a los derechos sociales, una democracia participativa o una ciudadanía social plena, con una dinámica basada en unos valores de igualdad real y democracia participativa frente al poder establecido.”


Referencia web original:

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/ambivalencia-liberalismo/20231211151213220660.html


Una versión inicial se publica en Rebelión (23/11/2023):

https://rebelion.org/el-caracter-doble-del-liberalismo/


Referencia web de la reedición en MientrasTanto (1/01/2024):

https://mientrastanto.org/230/de-otras-fuentes/la-ambivalencia-del-liberalismo/